sábado, 26 de julio de 2014

El cerebro humano puede procesar una imagen en 13 milisegundos

El cerebro humano puede procesar una imagen en 13 milisegundos, lo que indica que procesa 77 imágenes por segundo.

Para que te des una idea de lo impresionante de este dato, estamos hablando de que el cerebro puede interpretar aproximadamente 77 diferentes imágenes que el ojo ve en tan solo un segundo, es decir, unas 4.615 imágenes en un minuto.

Bastante rápido, ¿verdad? Estos nuevos parámetros fueron registrados por investigadores estadounidenses y son casi ocho veces más rápido que los 100 milisegundos registrados por estudios anteriores.

“El cerebro está tratando de entender lo que estamos viendo durante todo el día”, dijo Mary Potter, profesora del MIT de ciencias cognitivas y cerebrales y autora principal del estudio.

Aunque estos niveles son alcanzados de manera gradual. En el experimento se comenzó por pedir a las personas que buscaran cierto tipo de imagen entre una colección de 6 a 12 fotos presentándolas a una velocidad entre 13 y 80 milisegundos.

La imagen es captada por el cerebro y puede seguir siendo procesada por más tiempo para identificar los elementos que se presentan en ella. Por así decirlo se queda marcada en nuestro cerebro aunque solo le hayamos echado un vistazo.

En el nuevo estudio, los investigadores aumentaron gradualmente la velocidad de las imágenes hasta que llegaron a un punto en que los sujetos estaban adivinando.

Según Daily Mail, a la tasa más alta, los sujetos estaban viendo nuevas imágenes más de 20 veces más rápido de lo que la visión típicamente absorbe.

Simplemente increíble la capacidad que alberga nuestro cerebro, ¿no lo crees?

Fuente: Nueva Prensa

La piel rayada de las cebras resulta “poco atractiva” para las moscas.



La piel rayada de las ceras les resulta "poco atractiva" a las moscas y las mantiene alejadas.

Científicos de Suecia y Hungría mediante un estudio descubrieron que la piel rayada de las cebras resulta “poco atractiva”, para las moscas.

La profesora Susanne Akesson, de la Universidad de Lund (Suecia) expreso: ”Comenzamos estudiando caballos negros, marrones y blancos, y descubrimos que obteníamos luz polarizada horizontalmente de los de piel oscura, un efecto muy atractivo para las moscas”.

La luz rebota sobre la piel de los caballos oscuros y se desplaza en forma de ondas hasta los ojos de un tábano hambriento, en un plano horizontal, un tipo de movimiento muy atractivo para estos insectos, según expreso la profesora Susanne.

Sin embargo, en el caso de los caballos blancos, los científicos obtuvieron luz no polarizada, que se propaga a lo largo de cualquier tipo de plano, lo que la transforma en menos llamativa para las moscas que, como resultado, molestan menos.

Tras este descubrimiento, el equipo se centró en investigar el tipo de luz que reflejaba la piel rayada de las cebras y cuál era la reacción de las moscas. Así, estudiaron la conducta de los tábanos ante diferentes pizarras de colores claros y oscuros y otro sobre las que habían pintado franjas blancas y negras de distintos tamaños.

Los científicos descubrieron que la pizarra con las franjas más estrechas, la que se parecía al tipo de piel de las cebras, fue la que menos moscas atrajo, resultado que también obtuvieron al repetir la prueba sobre réplicas de caballos en tres dimensiones. “Concluimos que las cebras habían evolucionado hasta alcanzar un diseño en el que las rayas fueran lo suficientemente estrechas para generar el menor encanto posible en los tábanos”, expreso Susanne Akesson.

¿Por qué movemos los brazos al correr?

No solo movemos los brazos al correr para mantener el equilibrio. Investigadores han comprobado que esto también reduce el consumo de energía hasta en un 13%.

Un grupo de investigadores encontró que el mover los brazos cuando se corre ayuda a ahorrar energía. Dicen que el braceo cuando se anda, podría ayudar a correr más y por más tiempo.

Anteriormente sólo se pensaba que los brazos se balanceaban de un lado a otro para mantener el equilibrio. Aunque la función mecánica es bastante clara, no hay un consenso sobre el beneficio metabólico del balanceo de los brazos durante la marca, asegura el grupo de investigadores, liderados por Cristóbal Arellano de la Universidad de Brown.

En el nuevo estudio, los científicos observaron a varias personas que corren constantemente. Primero, los investigadores pidieron a 13 corredores andar sobre una caminadora para medir el consumo de oxígeno y la cantidad de dióxido de carbono exhalado. Después se les pidió moverse sin balancearse con sus brazos de tres formas diferentes: con sus manos juntas detrás de la espalda, cruzando los brazos sobre su pecho y el colocar sus manos en la parte superior de su cabeza, así lo publica The Daily Mail.

Los científicos descubrieron que balancear los brazos reducen el consumo de energía en 3% en comparación con el tener las manos en la espalda y 9% en comparación con los brazos el pecho, y 13% menos que el tener las manos sobre la cabeza.

"En conclusión, nuestros resultados apoyan la hipótesis general de que balancear los brazos reduce el consumo metabólico de la marcha en los humanos", explicaron.

"Nuestros hallazgo también demuestran que el braceo minimiza la rotación del torso".